martes, 21 de noviembre de 2017

ESA ES LA ACTITUD, PRESIDENTE

OPINIÓN, POR JEREMÍAS VIÑAS


Mauricio Macri no está en la mira de las críticas por la desaparición del ARA SAN JUAN (submarino argentino extraviado hace más de 5 días) por haber actuado de manera más sólida, a comparación con su accionar en el caso Maldonado.




     Las comparaciones son odiosas, más cuando se compara un submarino con una persona. Pero a veces puede servir para aprehender y reflexionar acerca de la actitud de un líder frente a una desaparición.

     1º de agosto de 2017: Santiago Maldonado, joven artesano oriundo de la Plata, es visto por última vez con vida cuando intentaba cruzar el rio Chubut para escapar de la represión de los Gendarmes que intentaban desalojar un corte de ruta. 17 de octubre de 2017: Un cuerpo con características similares a las de Maldonado aparece a 300 metros del lugar donde se lo vio con vida por última vez.

     Los 78 días que transcurrieron en el medios de estas dos fechas se escucharon muchas voces, muchas hipótesis y se vio mucho manoseo político. Pero una voz, la principal, no se escuchó. La del Presidente. Mauricio Macri decidió dejar todo en manos de la justicia sin siquiera expresar su preocupación por la desaparición de un argentino. Nada de esto afectó el desarrollo electoral de los candidatos del gobierno, en los comicios parlamentarios, pero el Estado estuvo en la mira como responsable de esta desaparición, y el silencio del jefe de Estado solo echaba más responsabilidad sobre el Estado, y por ende, sobre el Presidente.

     16 de noviembre de 2017: Un submarino, el ARA SAN JUAN, pierde comunicación con la base central y se pierde su rastro. 21 de noviembre de 2017 (momento en que se cierra esta columna de opinión): El submarino sigue desaparecido y no se sabe nada de sus 44 tripulantes.

     En estos cinco días el Presidente se comunicó con la familia de los tripulantes en varias oportunidades, expresó su preocupación a través de twitter, Facebook y distintos medios de comunicación. Convocó a fuerzas internacionales para hallar el submarino, accionó todas las alarmas en post de la aparición del navío y los miembros de la Marina con vida y no deja de estar atento a todas las novedades y movimientos que se desarrollan en torno a esta incógnita.

     Si hubiera expresado la misma preocupación cuando Maldonado desapareció, y se hubiera comunicado con la madre del artesano cuando estaba desaparecido (y no cuando lo encontraron si vida), ¿No se habrían pasado esos largos 78 días con más paz?

     En resumen, el presidente se hizo cargo de esta situación y se lavó las manos en la desaparición de Maldonado. Es por eso que la grieta se ensanchaba cuando se buscaba al joven activista y ahora todos estamos unidos y preocupado por los tripulantes de submarino desaparecido.

     
     Si el Jefe (de Estado, en este caso) se pone al frente, todos los demás nos alineamos en fila recta detrás de un mismo objetivo. Si el Jefe no está, hay más de una fila y puede haber conflicto. Trate de estar siempre, por favor.     

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